Vivimos tiempos en los que la palabra clave es incertidumbre. Incertidumbre debido a la crisis climática, incertidumbre debido al efecto de la pandemia COVId-19, incertidumbre debido a la guerra de Ucrania y a las futuras relaciones entre Rusia y la Unión Europea, incertidumbre ante la falta de liderazgo político y el auge de los nacionalismos, incertidumbre ante la crisis energética y la falta de un modelo sólido que cubra la futura desaparición de los combustibles fósiles, incertidumbre ante los desafíos logísticos de una economía cada día más globalizada.
De golpe y porrazo nos encontramos ante una situación con tasas de inflación que desgraciadamente ronda el 10%. Eso quiere decir que 100 euros del 2021, en el 2022 se devaluarían en ese porcentaje, es decir, valdrían 90, con lo cual nuestra capacidad adquisitiva disminuye, al mismo tiempo que se devalúan nuestros ahorros.
Los mercados bursátiles y de criptoactivos adquieren cada día más interés porque los pequeños inversores quieren obtener una rentabilidad a los activos ociosos y a sus ahorros. Incluso las empresas que generan mucha liquidez saben que tener el dinero durmiendo en una cuenta no es la solución. No obstante, estos mercados que suelen ser muy volátiles hacen que el pequeño inversor tenga miedo ante una posible bajada que motive pérdidas muy importantes. Son muy manidas algunas frases que por repetidas no dejan de ser verdades absolutas:
- rentabilidades pasadas no implican rentabilidades futuras;
- no inviertas en bolsa aquellos dineros que necesites para vivir;
- si vas contra mercado el mínimo de tu inversión puede ser cero.
- Invirtiendo 200 euros nadie puede hacerse millonario.
No obstante, ¿Se puede predecir la bolsa?
¿En qué consisten los sistemas de recomendación para la compra de acciones?
Obviamente nadie puede predecir lo que va a ocurrir en el futuro, ni tampoco un evento inesperado, también llamado cisne negro, pero eso no quiere decir, que mediante el uso de métodos avanzados de inteligencia artificial no seamos capaces de detectar patrones de comportamiento en la cotización de una acción y utilizar esta información en la selección de las mejores oportunidades del mercado.
Como decía el famoso gurú, Warren Buffet: “sean calcetines o acciones, compra barato y vende a precio de mercado”. Se trata pues de optimizar la selección de oportunidades e intentar no dejar cabos sueltos a la fortuna o al azar. Recientemente nos comentaba una gran inversionista: “nunca confío en la suerte para invertir. Confiar en la suerte no debería llamarse inversión, sino juego. Las personas que son profesionales de las finanzas y que son realmente buenas, te responderán así. Si les preguntas: ¿creen en la suerte? La respuesta será: NO.
Cualquier inversor que solo crea en la suerte perderá mucho dinero. Es importante, primero seleccionar los mercados en los que se opera, estudiar las tendencias y encontrar el momento adecuado, la entrada y la salida. Es como un ave rapaz que caza un ratón en un descampado. No lo hace aleatoriamente. Observa, analiza y finalmente actúa”.
Por eso en StockFink hemos creado una plataforma que escanea las mejores oportunidades de inversión en bolsa y en criptoactivos con ayuda de la Inteligencia Artificial, convirtiéndonos en una especie de “Google de la bolsa”, el mejor buscador agnóstico de oportunidades de inversión. Para ello, hemos creado una tecnología de ayuda a la toma de decisiones para las inversiones en bolsa y en criptomonedas. Nuestro compromiso es el de informar a nuestros clientes de manera objetiva, permitiéndoles en todo momento gestionar de manera sencilla y objetiva el riesgo que asumen en cada operación, al mismo tiempo que les ayudamos a establecer precios de entrada y salida objetivos, permitiéndoles maximizar el retorno de sus operaciones.
Cada día, al cierre del mercado, nuestros algoritmos analizan miles de acciones en mercados diferentes seleccionando un subconjunto de oportunidades por mercado que se encuentran en valores especialmente interesantes. Actualmente comercializamos predicciones en los parqués españoles (Ibex35, IbexC e IbexS), en los principales parqués europeos: (EuroStoxx-50, FTSE-100 (Reino Unido), DAX40 (Alemania), CAC40 (Francia), FTSEMIB (Italia)), en los parqués americanos (Nasdaq100, NYSE-100), y también predecimos los principales índices bursátiles mundiales, para aquellos que invierten en ETFs, que son fondos indexados que replican un índice de referencia y que poseen una gran fluidez.
Para cada acción o índice, proporcionamos una predicción sobre el rango de precios en los que se moverá la acción a lo largo de la semana con alta probabilidad. Además, nuestros algoritmos establecen precios de seguridad indicativos, que permiten en todo momento acotar las pérdidas máximas asumidas por operación. Técnicamente, lo que hacemos es cuantificar la incertidumbre del valor futuro de cada acción en términos de probabilidad. Eso se presenta en un termómetro muy sencillo con cinco zonas de precios: hay dos zonas de fuerte compra y compra, una de mantenimiento, una de venta y otra de fuerte venta. La estrategia más sencilla consiste en intentar comprar barato o muy barato y en vender a partir de la primera zona de ganancia.
Al fin y al cabo, en los mercados financieros se trata de estar informado, ya que, para encontrar una buena oportunidad de compra, un inversor tiene que estar convencido de que compra barato aquello que otro piensa en el mismo momento que está caro o que ya le ha proporcionado el suficiente beneficio. Esta estrategia de denomina de Swing Trading y consiste en obtener un beneficio en menos de una semana, lo cual permite protegerse ante las grandes variaciones del mercado y diversificar las inversiones de manera activa, lo que ayuda a reducir los riesgos asociados a inversiones a largo plazo.
Además para utilizar la metodología StockFink no es necesario ser un experto en análisis bursátil, dado que nuestros algoritmos de aprendizaje automático ya han tenido estos descriptores en cuenta en la selección de oportunidades.
Finalmente, las técnicas que utilizamos comprueban en el pasado y periódicamente su acierto y calculan la rentabilidad teórica que obtendría un cliente tipo que siguiese al pie de la letra las predicciones de nuestros algoritmos. La rentabilidad varía entre un 0.61% y 1.26% por operación dependiendo del riesgo asumido. ¿Les parece suficiente?
Lo que está claro es que sin riesgo no hay beneficio, pero si perjuicio, porque el que no hace nada con sus ahorros pierde sistemáticamente poder adquisitivo.
En definitiva, la Inteligencia Artificial posibilita que invertir desde cero y que la selección de oportunidades de inversión sea mucho más sencillo.

